Confieso que me asustan las cosas que voy descubriendo empíricamente solo con un par de minutos de introspección y enfoque sobre algunos temas. A la vez, me enorgullece la brutal transformación (casi inmediata) que supone en mí como individuo, entender ciertos matices que antes no percibía.
Ese descubrimiento, posteriormente se convierte en una habilidad clave para crear realidades. Me siento un puto genio jajja. Bueno, ¿¡basta de darme bombo y entremos a la materia no!? que en el fondo pa’ eso viniste aquí: a chismear.
- ¿Qué es la realidad?
Comenzamos cuestionándonos qué es la realidad, entendiendo que, aunque la ciencia nos habla de una realidad objetiva, esta siempre está filtrada por la percepción subjetiva de cada individuo. La realidad no puede ser objetiva si la vemos a través de lentes subjetivas, ya que nuestra comprensión está limitada por nuestro nivel de conocimiento, experiencia y conciencia. - La interpretación de la realidad
La realidad no es algo que podamos ver de manera absoluta, sino algo que interpretamos de acuerdo a nuestra propia percepción. Un niño de 5 años ve una situación de una manera, pero conforme crece y obtiene más conocimientos y experiencias, su percepción se amplía y cambia. Esto demuestra que la realidad está en constante transformación y depende de la perspectiva de cada quien. - La ilusión de la realidad
La realidad puede verse como una construcción subjetiva, similar a la idea de Dios. Mientras que todos tenemos una idea de qué es Dios, nadie sabe realmente qué es Dios o si existe. De la misma manera, la realidad es un concepto interpretado colectivamente, pero nunca podemos saber con certeza qué es «real» de forma absoluta. - La aceptación como clave
Aceptar nuestras propias realidades y las de los demás es crucial para la paz y el entendimiento. Por ejemplo, en una ruptura, cada persona tiene su propia interpretación de lo que sucede, influenciada por su perspectiva. Reconocer que todos vivimos realidades distintas pero válidas nos permite tener una visión más amplia y trabajar en la aceptación mutua, sin necesidad de juicio. - La creación de la realidad
La realidad no es una verdad objetiva, sino una creación. Esta creación puede ser tanto consciente como inconsciente. Si no somos conscientes de los procesos que influyen en nuestra realidad, nuestra creación estará limitada. Por ejemplo, si venimos de una familia con creencias limitantes sobre el dinero, es probable que esas creencias se reflejen en nuestra realidad. Al tomar conciencia de esos programas inconscientes, podemos empezar a crear una realidad diferente, más alineada con lo que realmente deseamos. - El poder de reconocer que la realidad es una creación
El momento en que reconocemos que la realidad es una creación subjetiva, más que una verdad objetiva, nos da un poder inmenso. Este reconocimiento es el primer paso hacia la libertad, ya que nos permite entender que nuestra realidad no está fijada y que tenemos el poder de crearla. - La auto-comprensión como camino para crear la realidad
Para crear una nueva realidad, es fundamental mirar y entender el pasado. Al comprender los procesos inconscientes que nos han limitado, podemos usar esa conciencia para actuar desde un lugar más empoderado. Esto nos permite crear una realidad más auténtica, alineada con nuestras verdaderas intenciones y deseos, en lugar de seguir repitiendo patrones del pasado.
En conclusión, el proceso de entender que la realidad es una creación subjetiva nos da la libertad de cambiarla. Con conciencia de nosotros mismos, de nuestros pasados y de las limitaciones que nos imponen, podemos empezar a crear una realidad más alineada con lo que verdaderamente queremos materializar en nuestras vidas.
¿A que soy un genio? Te lo dije.
Yaaaaah, no seas envidioso wey. Mejor, empieza mejor a crear tu «realidad» ahora.
Un abrazo.