Durante mucho tiempo estuve preso con una idea del ego. Siempre lo vi como ese ente malvado que me llevaría al infierno. Después de tocar el profundo abismo, pude vislumbrar un nuevo significado del mismo.
Antes de compartir mi visión personal sobre el ego, es necesario establecer algunas bases y comprender algunas definiciones.
Lo que no es el ego
- Ego vs Egocentrismo
El egocentrismo es básicamente la necesidad de ser el centro de atención, una obsesión por recibir validación externa. Este comportamiento nace desde una inseguridad, desde carencias que proyecta el ego. Es decir, el egocentrismo es un resultado de un ego herido y mal atendido. - Ego vs Egoísmo
El egoísmo también es un síntoma de un ego en estado de agonía. El egoísmo quiere todo para sí, es poco empático y está relacionado con el «yoísmo». Por ejemplo, cuando haces un negocio, entras en una relación de pareja o cualquier otra situación pensando solo en cómo puedes ganar tú sin considerar a la otra parte, estás siendo egoísta. - Ego vs Alter-ego
El alter-ego es la máscara que el ego usa para protegerse; una especie de mecanismo de defensa. En la actualidad, ser completamente sincero puede considerarse un «deporte de riesgo», por lo que es normal usar diferentes máscaras según el contexto: una para el trabajo, otra para la familia, otra para los vecinos, etc.
Definición del ego
Popularmente, el ego se conoce como la idea que tenemos de nosotros mismos como individuos separados del resto; es decir, nuestro sentido de identidad personal.
Invito a mis lectores a indagar más profundamente sobre el ego desde diferentes perspectivas:
- Psicología Freudiana: En este enfoque, el ego actúa como intermediario entre nuestros deseos instintivos (el id) y las normas sociales o morales (el superego). Según Freud, el ego busca equilibrar estas dos fuerzas para adaptarnos al mundo exterior.
- Filosofía y espiritualidad: Algunas tradiciones, como el budismo o el hinduismo, consideran que el ego es una ilusión o una construcción mental que fomenta el apego y el sufrimiento.
- Lenguaje cotidiano: Solemos hablar de un «ego saludable» para describir la confianza en uno mismo, o de un «ego demasiado grande» para referirnos al egocentrismo o la arrogancia.
Mi visión personal sobre el ego
Discrepo con la visión de Freud respecto al ego. Para él, el ego trabaja más bien para cumplir o priorizar las exigencias del exterior. En mi opinión, sucede todo lo contrario: veo el ego como una especie de lente que filtra lo que sucede en el exterior hacia el interior, haciéndonos conscientes de nuestras necesidades inconscientes.
Ejemplo 1: Si alguien te insulta y eso te duele, esa molestia es una señal del ego que te invita a reflexionar sobre por qué te afecta. Tal vez esté reviviendo un trauma o una inseguridad que necesita ser sanada.
Ejemplo 2: Si alguien te deja en visto y te duele, podría deberse a que te sientes ignorado o infravalorado. En este caso, el ego es un espejo que te muestra que deberías trabajar en tu sentido de valor propio. Tu valor no depende de esa persona que te dejó en visto.
Conclusión intermedia: El ego, entonces, es nuestro mejor aliado. Es una herramienta que nos ayuda a identificar nuestras heridas y puntos de mejora.
Crítica a las visiones tradicionales
Algunas tradiciones espirituales, como el budismo o el hinduismo, consideran que el ego es una ilusión que provoca sufrimiento. Desde mi perspectiva, no es el ego el que trae sufrimiento, sino nuestra interpretación de los hechos, como diría un amante de la filosofía estoica.
De Freud, rescato la idea de que el ego es un intermediario. Esto refuerza que el ego no es nuestra identidad personal, ya que no somos nuestro ego. De la filosofía y tradiciones espirituales, acepto que el ego podría ser una construcción mental, pero descarto que sea intrínsecamente malo o bueno.
En mi visión, el ego es una herramienta, como un cuchillo: su buen o mal uso depende de la persona que lo utiliza.
Conclusión
El ego es un espejo, un filtro, una alarma, llámalo como quieras. Es una herramienta que nos muestra nuestros puntos de dolor y las áreas donde debemos trabajar. Esta visión es, a mi parecer, mucho más práctica y útil para superar los desafíos del día a día y para entendernos como individuos en nuestro crecimiento personal.
No pretendo tener la verdad absoluta ni desafiar a grandes pensadores. Mi objetivo es cuestionar esas visiones, traer una propuesta nueva a la mesa y abrir un debate que pueda enriquecer nuestra comprensión del ego.
Gracias por leerme.
¿Qué opinas de esta visión del ego?